Una nueva revolución educativa

Sergio Farías
4 min readSep 14, 2023

En Argentina, cada 11 de Setiembre se conmemora el día del maestro. Esto es debido a que en esta fecha de 1888, falleció en Paraguay el ex-presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento. Sarmiento ocupó la presidencia de la Nación Argentina de 1868 a 1874. Su legado perdura en la historia gracias a su labor en la promoción de la educación y su convicción en establecer una ley nacional de educación, la Ley 1420. Esta ley establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos los habitantes del país. Dado por esto, un reconocimiento como el “padre del aula” en todo el país.

Sarmiento nos dejó un enorme legado revolucionando la educación en todo el territorio argentino. Logrando hitos históricos como lograr que Argentina sea el primer país del mundo en acabar con el analfabetismo de todo el mundo.

Regresando al presente, nos encontramos en un contexto inimaginado teniendo un pasado marcado por enormes logros institucionales. Debido a esto, no es conveniente preguntarnos si Argentina necesita una segunda revolución educativa que permita devolvernos al sendero de progreso mundial?

Ante tal situación, a casi 140 años de sancionada la ley de Sarmiento, vemos en el horizonte una propuesta para repensar todo el sistema educativo. La propuesta es la implementación del “Voucher Educativo”, desarrollado por Milton Friedman e implementado en varios países alrededor del mundo con diversos resultados diferentes.

“Nuestra meta es tener un sistema en el que cada familia en los EEUU pueda ser capaz de elegir por sí misma la escuela a la que sus hijos asistirán” — Milton Friedman.

El principal cambio en esta propuesta radica en cambiar el financiamiento a la educación, contrario a la tradicional provisión de educación pública. Esta propuesta introduce la competencia y la libertad de elección en el sistema educativo, permitiendo que los padres tengan más control sobre la educación de sus hijos. Todo esto sin perder la gratuidad del sistema, un pilar fundamental en el planteo de desarrollo argentino.

Definamos sus principales detalles:

  • ¿Qué son los vouchers educativos?

También conocidos como cheques escolares o cupones educativos, son documentos emitidos por el gobierno que permiten a los padres o tutores utilizar fondos públicos asignados para la educación de sus hijos en escuelas de su elección, ya sean públicas o privadas. En esencia, los vouchers son un mecanismo de financiamiento que sigue al estudiante en lugar de asignar fondos directamente a las escuelas.

  • Competencia y elección:

El principal argumento de Friedman a favor de los vouchers es que introducen competencia en el sistema educativo. Con este sistema, las escuelas compiten por los estudiantes y los fondos que traen consigo, lo que debería llevar a la mejora de la calidad de la educación. Los padres tienen la libertad de elegir la escuela que mejor se adapte a las necesidades de sus hijos, lo que fomenta la innovación y la eficiencia.

  • Incentivos para la mejora:

En el sistema de vouchers, las escuelas enfrentan la posibilidad de perder estudiantes y, por lo tanto, fondos si no satisfacen las necesidades de los padres y alumnos. Esto crea un incentivo para que las escuelas mejoren su calidad y ofrezcan un mejor servicio educativo para atraer y retener estudiantes.

  • Descentralización y reducción del monopolio estatal:

El sistema de educación tradicional sufre de problemas de burocracia, falta de incentivos y falta de adaptación a las necesidades individuales de los estudiantes (Argentina es un gran ejemplo). Los vouchers descentralizan el control y permiten que las decisiones sobre la educación se tomen más cerca de los estudiantes y sus familias, en lugar de ser dictadas por una entidad central.

En resumen, el sistema de vouchers permite grandes mejoras al sistema educativo actual introduciendo competencia, elección y descentralización en el sistema educativo. Aboga por que los padres tengan la libertad de elegir la mejor opción educativa para sus hijos y que esto incentivara la mejora de la calidad educativa.

Pero es esta una solución infalible?

Obviamente que no, es un gran desafío lograr su implementación dado la jurisdicción federal de la educación argentina. Tampoco solucionaría los problemas educativos desde el día cero y ver sus resultados llevaría un tiempo. Pero lo que sí podemos afirmar es que, lograria revolucionar la educación argentina nuevamente como en 1884.

Como país debemos buscar nuevas soluciones, dejando de aplicar siempre las mismas herramientas esperando resultados diferentes (algo improbable como hemos visto). También es imperativo dar un giro de 180° a un sistema que está en Jaque debido a sus problemas burocráticos y corrompido por la militancia partidaria de los diferentes sectores políticos en la Argentina.

Soñar un país más competitivo, libre e insertado al mundo es posible. Y esto solo es posible mejorando su pilar fundamental, LA EDUCACIÓN. La educación que genera un enorme capital humano para nuestro país. Un país que se encuentra devastado por continuas políticas demagógicas y que necesita una reconstrucción desde sus principales pilares que una vez consiguieron que fuéramos, no solo uno de los mejores países del mundo, sino EL MEJOR PAÍS DEL MUNDO!!

Soñar con volver a ese país es posible y cada día estamos mas cerca…..

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